martes, 26 de septiembre de 2017

Definiendo el plan de acción y derrumbando mitos. Parte 1

En artículos anteriores abordamos temas vitales como la reducción y control de gastos e ideas para la posterior generación de algunos ingresos puntuales, que de resultar exitosos podrían ser permanentes. Muchos colegas del área parten de la clasificación de “cuadrantes” (Popularizada por un insigne inversor Hawaiano) hace más de veinte (20) años con la idea de agrupar a “todas” las personas según como se ganen la vida. El problema comienza en que nuestros países no existen solamente y ni siquiera prevalecen sus tan nombrados y defendidos cuatro (04) grupos:
1.- Empleados, 2.- Ejercicio Propio, 3.- Dueños y 4.- Inversores.

Resulta que ésta, nuestra generación de emprendedores no existimos permanente ni exclusivamente en ninguno de estos cuatro (04) cuadrantes; tampoco las personas que se buscan la vida día a día honestamente donde consigan una oportunidad. En conclusión estos cuatro (04) grupos antes mencionados existen, pero no son únicos ni tan delimitados y conceptualizados como los eruditos de laboratorios de economía nos han vendido.

De lo anterior conversamos porque es vital saber en dónde estamos y hacia dónde queremos ir, es decir trazar nuestro propio camino y procesos para lograr nuestras #libertadfinanciera, la cual tampoco es encasillable, porque lo que esa libertad representa para ti, no necesariamente es igual para mí. Lo mismo ocurre con la cantidad de dinero requerida para que una persona alcance su #libertadfinanciera, seguramente difiere de la tuya y de la mía.
Es innegable que el estado más atractivo de los definidos antes, es el de inversor; pero aún llegando ahí, tendrás que pasarte por algunos de los otros tipos de generadores de ingresos.
Ya, teniendo una idea básica de los principales “estados” donde una persona genera sus ingresos, podemos comenzar a enunciar y explicar ideas básicas que nos ayuden a escoger el camino que deseamos seguir y los procesos que en dicho camino emplearemos. Por eso siempre decimos que no hay una “fórmula mágica”, sólo existen pasos, hábitos correctos y etapas que nos van abriendo caminos.

1.- Ubícate en él o los renglones donde actualmente generas tus ingresos. Una combinación muy frecuente y favorable es la del empleado o ejercicio propio con una estructura de gastos estudiada y reducida a su mínima expresión, más unos ingresos extras ocasionales provenientes de alguna habilidad personal que facilite la compra-venta de algún rubro. Por supuesto este es sólo un caso de las miles de combinaciones posibles.

2.- Internaliza que un Inversor no es solamente un gran poseedor de acciones, inmuebles, colecciones invaluables, etc., y que tampoco debes tener miles de Euros para comenzar a dar tus primeros pasos en este sector. Recuerda que las posesiones por si solas no generan dinero mensualmente (flujo de caja), hay que venderlas, alquilarlas, cobrar dividendos cuando correspondan, intercambiarlas con compensación favorable, etc. Esto convierte al Inversor por momentos en supervisor, vendedor, auto empleado, publicista y otras muchas funciones más. Como ya conversamos, si tus gastos están controlados y tus ingresos mejorando, puedes incursionar comprando por ejemplo por unos US$ 100 aproximadamente una moneda de oro u otro material precioso de cierto valor numismático y empezar a engrosar la base de tu pirámide de activos. Si, es una pirámide y puede variar según cada persona de infinitas maneras. Recuerda sólo invierte aunque sea un poco en este renglón si tienes la seguridad que al mes siguiente no vas a ir a venderla para solventar gastos. La idea es que sean permanentes.

3.-  Recuerda que este proceso es una transición y que debes cuidar tu seguridad y la de tu familia. Si renuncias a tu empleo perderás por ejemplo tu plan de salud y deberás contratar uno privado. Considera la renta o hipoteca, alimentación, etc., para algunos meses. No dejes que el entusiasmo te lleve a la improvisación, a perder el rumbo. Como siempre te recomendamos, conversa y ponte de acuerdo con tu familia y pareja para que todos “remen” en el mismo rumbo.

Con relación a este punto vital del proceso y de la familia, hemos leído y discutido en reunión todos los miembros y colaboradores de @finanacialflojos con suma preocupación como asesores en finanzas, colegas bloggers han resumido esta fase recomendando una reserva “segura” de $1.000. Queremos aclarar que por ejemplo en Iberoamérica un parto normal cuesta alrededor de $500 y un día de terapia intensiva cuesta cerca de los $300; mientras que un seguro de Hospitalización, Cirugía y Maternidad para una familia promedio de 4 personas cuesta aproximadamente $450. Ante una verdadera eventualidad, esos “famosos” $1.000 de reserva en efectivo se desvanecerán, dejándote en una situación muy difícil. Es bueno tener algo de efectivo en reserva, pero es mejor invertirlos correctamente garantizando más seguridad en pólizas de salud, vehículos y otros patrimoniales.

4.- Escoge un proyecto viable y que te apasione (no basta con que sólo te apasione). Saber que el objetivo final es tu #libertadfinanciera te da una ventaja, ya definiste a dónde quieres ir. Analiza todos los factores (costos, proyecciones, mercado, competencia, márgenes, distribución, espacio geográfico donde operarás, publicidad, redes, obligaciones impositivas, marco legal, etc.), sigue investigando, capacítate, en fin conviértete en un conocedor, independientemente que éste se vaya a convertir en tu única fuente de ingresos o lo vayas a emprender en paralelo con tu empleo o auto empleo. De estas dos formas de ingresos hay que retirarse en algún momento (a menos que formes parte de ese 1% que son CEO, directores generales, etc., que pueden vivir con holgura y lujos, aunque ellos teniéndolo “todo”, carecen de tiempo y tranquilidad), pero sí, hay que evolucionar y es muy difícil hacerlo desde un empleo o un auto empleo. (No imposible, próximamente dedicaremos un artículo a estas excepciones).

Hasta acá lo dejamos por hoy, sabiendo que es mucha información para digerir, no sin antes recordarle que la clave está en el esfuerzo que nos cueste generar el flujo de efectivo y como aminoramos progresivamente ese esfuerzo y aumentamos constantemente la generación de ingresos.

Nos vemos la semana que viene con la Parte II de este artículo. Como siempre un placer escribirle.  

Mikel Orensanz 

Click acá para leer la Parte II del artículo.

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