viernes, 1 de septiembre de 2017

Al llegar a cero

Parece poco alentador; ¿Estamos tan mal?. Pues sí, la sociedad actual nos ha acostumbrado a que es “normal” llegar a fin de mes postergando algún pago, pidiendo algún tipo de financiamiento de las tarjetas de crédito, pidiendo un préstamo a un familiar o amigo, o simplemente ignorando algún compromiso de pago dejando que los intereses del mes pasen a formar parte del capital adeudado. Entonces estar en cero en Primer Nivel es una situación positiva para la mayoría de los Iberoamericanos.

Primer Nivel o Nivel Uno, ¿Qué es eso?. Para los contadores conservadores y las reglas que rigen su profesión es que tus ingresos en un período sean igual a tus gastos del mismo período, pero aunque coincidimos conceptualmente con ellos, esta posición no nos deja ningún margen de acción, aunque sigue siendo favorable (no es negativo es cero).

Debemos fortalecer nuestro ingreso, y no nos referimos en primer término a incrementarlo, nos referimos a reducir creativa y conscientemente nuestros gastos al menos en un diez (10) % para tener un margen que nos permita llegar a cero en un Nivel dos.

Me explico, el Nivel Uno solo considera las cuentas nominales, que no son más que sus cuentas de ingresos y gastos. Pero por ejemplo el gasto del pago mínimo (Obligado) de sus tarjetas de crédito se compone de muchos intereses y de una cantidad ínfima de capital, es decir, pagas los intereses pero tu deuda es prácticamente igual. Esa deuda (capital) no es nominal es real (otro concepto contable) y si no se ataca puede vivir largo tiempo contigo generando intereses e intereses. Lo mismo ocurre con el crédito del carro (coche) y cualquier otra cosa adquirida a crédito: casa (piso), celular (móvil), TV Plasma, tratamientos de ortodoncia, cirugías cosméticas, etc., etc.

Ustedes dirán: “entonces nunca llegaremos a cero Nivel Dos, puesto que muchas de nuestras deudas son a plazos muy largos, a muchos años”. Para nuestro programa este Nivel Dos consiste en utilizar ese diez (10)% mínimo de reducción de gastos (si es más, mucho mejor) para amortizar el capital de las deudas a corto plazo (Un año o máximo año y medio). Esta simple operación permite que cada mes dispongas de más dinero y la cancelación de tus deudas a corto plazo se incremente cada mes, reduciendo el gasto de intereses hasta que sencillamente desaparezcan.

Puedes ir deuda por deuda o puedes ir abonando un poco a cada una. Te recomendamos que comiences con la tenga la tasa de interés más alta (deuda más cara). Otra opción es considerar en el caso de las tarjetas de crédito aprovechar “la compra” de tu deuda que ofrecen otros bancos, que no es otra cosa que te sustituyen tus tarjetas de tu banco actual por sus tarjetas, claro tienes la misma deuda, pero con el incentivo de un interés más bajo que según el país puede variar desde un 2% a un 7% en promedio región.

Parece complejo pero no lo es. Es, en resumen, atacar la enfermedad desde la raíz utilizando el dinero obtenido de tu plan de reducción de gastos. Siendo totalmente honestos y sinceros con nosotros mismos más del 10% de nuestros ingresos desvanecen en cosas cotidianas y gastos superfluos y banales que nada tienen que ver con nuestra manutención real.

En otro orden de ideas nunca tomes un préstamo que no permita abonos al capital (en algunos países son ilegales), porque te atarás por años a ser “castigado” por sus intereses sin poder hacer nada aun teniendo el dinero para cancelarlo por completo.  

Cuando ya estamos venciendo una a una estas deudas y empezamos a tener cierta holgura económica es momento para comenzar a pensar, estudiar, investigar, observar, etc., opciones de inversión. Si, es hora de generar de a poco ingresos adicionales. Es imperativo para dar este paso seguir siempre afinando nuestro control de gastos, cada vez será más fácil y efectivo.

En este proceso de preparación de generación de ingresos adicionales te recomendamos que indagues sobre operaciones sencillas de compra-venta de algún activo que te sea familiar, que de alguna manera tengas cierto conocimiento sobre él. Investiga, pregunta y considera cada factor por pequeño que te parezca, así aminorarás el riesgo de un posible fracaso. No arriesgues todo lo obtenido.

Este es tu segundo gran paso hacia tu #libertadfinanciera.

Hay un aparte en este artículo, para aquellas personas que simplemente ya no pueden hacer frente al pago de sus tarjetas de crédito (muchas nos han escrito a nuestro correo planteándonos su situación). Nuestra mejor recomendación es ir al banco y entregarlas previa obtención del mejor plan de pagos posible. Generalmente “congelarán” tu deuda y poco a poco la cancelarás, debes cumplir. Por supuesto entrarás en su “lista negra” por un tiempo y eso puede causarte problemas crediticios. Que esto no te detenga, la mayoría de los bancos en Iberoamérica tienen “carteras” (cupos) de distintos créditos que casi nunca logran llenar. Te sorprenderás que honrando a cabalidad tu plan de pagos y cancelando a tiempo tus otras deudas (incluyendo pequeños abonos al capital) con lo obtenido con tu reducción de gastos, pronto recibirás varias ofertas de nuevas tarjetas.

A nuestras deudas debemos darle la cara, incluyendo a aquellas que no generan intereses, pero son compromisos con familiares y amigos.

Hasta acá llegamos por hoy, no sin antes invitarle a seguir adelante en este camino que sabemos que en principio parece cuesta arriba pero que más temprano que tarde se allanará y será muy gratificante.

No dejen de leer nuestro próximo artículo donde abordaremos con más profundidad la generación de ingresos adicionales.


No dudes en contactarnos si tienes alguna pregunta, inquietud o idea. Recuerda estamos para ayudarte…

Mikel Orensanz

No hay comentarios:

Publicar un comentario