Aunque muchos pensarán al leer el título que este artículo trata sobre simples trámites burocráticos, tributos y normativas, no es solo así. Es increíble como cuando hacemos el primer abordaje de un negocio sea cual sea su tamaño, en el cuestionario básico inicial detectamos como la omisión con conocimiento o no de “pequeñas” diligencias , no sólo pueden poner en riesgo el emprendimiento, sino hasta pueden causar grandes daños económicos, legales, morales e incluso desgracias de índole personal.
Comenzando con esta última consecuencia, es increíble observar como en nuestra Iberoamérica a estas alturas del siglo 21, existen miles de personas que no fueron reconocidos formalmente por sus progenitores al momento de su nacimiento, en el 90% de estos casos es el padre quien está ausente en los certificados de nacimiento. Esta práctica común niega derechos humanos básicos que van más allá del derecho a la identidad, como el derecho a la educación, igualdad económica con hermanos si reconocidos que incluyen herencias y participaciones accionarias en empresas familiares. Es frecuente enterarse de miembros de familias pudientes que viven en la indigencia y de la ayuda social, sólo porque una persona o personas con habilidad para hacer dinero y emprender grandes ideas no tuvieron la calidad ética y humana para reconocer alguna falla y decidieron dejarlos a un lado y privarlos de los derechos que las leyes le otorgan. A la larga estos casos pueden desmoronar empresas con posibles demandas y desmembrar familias por completo.
En otro orden de ideas encontramos los emprendedores de Internet, este grupo generalmente muy joven estadísticamente son bastante exitosos, pero piensan que todo sucede en el cyber espacio y olvidan registrar marcas, pagar impuestos municipales, estadales y nacionales, registrar a sus empleados en la seguridad social y hasta registrar formalmente sus compañías. Lo anterior fácilmente puede acabar con el esfuerzo de años o socavar de manera importante las finanzas de la empresa.
Existen por supuesto, los “genios” contables que tratan de disminuir o evitar el pago de tributos, la tramitación de autorizaciones y permisos (muy variantes según el tipo de negocio), la adquisición de seguros obligatorios, etc. etc. Pero tarde o temprano alguna de estas estrategias se volverán en contra de su negocio, empresa o emprendimiento, generando altas multas, cierres temporales y totales, hasta sanciones mercantiles y penales.
En fin, los casos son miles pero el resultado siempre es perjudicial.
Un consejo gratis que vale millones, es que por más tediosas que sean las diligencias que haya que realizar para emprender una idea, hay que hacerlas. Hay que asesorarse y recordar que la vida es dinámica, que tenemos o vamos a tener hijos y familia, por lo cual siempre es preferible tener todos los documentos y trámites en orden para evitar dificultades futuras e injusticias para nosotros, nuestros seres queridos, empleados, nuestras empresas y nuestro país.
Mikel Orensanz
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